Las setas han sido consideradas como "vegetales" pero carecen de clorofila y, por lo tanto, son incapaces de sintetizar por sí solas las sustancias orgánicas que necesitan para vivir. Sus tejidos contienen quitina, una proteína ausente en los vegetales pero que está presente en las especies del reino animal, concretamente se encuentra en el caparazón de los insectos y también en los crustáceos. Por eso, la micología moderna ya no considera a las setas como vegetales y ha creado un nuevo reino denominado Fungi.
Las setas son la fructificación de un hongo y los hongos son el puente entre el reino vegetal y el animal. Las setas son hongos, pero que no todos los hongos son setas.
Cuando degustamos setas nos alimentamos de sustancia contenidas en los insectos y crustaceos, como la quitina aún en estudios de investigación.
Seta del Chopo(Agrocybe_Aegirita)
La quitina tiene un extenso abanico de aplicaciones que va desde los usos industriales y ambientales hasta su empleo en la medicina, con excelentes resultados en la cura de Diabetes, Colesterol y Triglicéridos altos, Hipertensión, Asma y afecciones de las vías respiratorias, Artritis y otras enfermedades reumáticas, enfermedades del Hígado, Disfunciones de la menopausia, Menstruaciones anormales, Ulcera péptica, Gastritis, Obesidad, Migraña, entre otras.
Muchas empresas de productos naturistas y dietéticos comercializan la quitina y sus derivados como el quitosán (Chitosán en inglés) como productos muy efectivos para evitar la obesidad ocasionada por la absorción de grasas.
En la actualidad la tendencia del mercado de los productos de quitina se dirige a su aplicación dietética y biomédica, pero en un futuro próximo se debería considerar la posibilidad de su utilización para el empaquetado de alimentos y otros productos, a fin de reducir de esta manera el volumen de desechos procedentes de envoltorios y favoreciendo la protección de la vida salvaje.
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