Tambien llamada vulgarmente seta barbuda o matacandil, es bastante fácil de identificar, se comen a las pocas horas de cogerlas, pues si no es así, se licua y se hace tóxica, se comen en crudo, por ejemplo acompañando a ensaladas o rociándolas limón, rebozadas, etc..
Una vez licuada sus esporas han sido utilizadas para dibujar y escribir en tiempos pasados. Tanto es así que en la segunda guerra mundial los nazis la utilizaron mezclándola con tinta en sus escritos de alta seguridad, de tal forma que al revisarlos si aparecían las esporas sabían que los escritos eran suyo, si no aparecían las esporas eran escritos falso.
Este curioso método de encriptar los mensajes para descubrir si eran falsos o verdaderos lo utilizarón los Nazis al conocer las características propias de esta seta.